Luchar por la mantener la pasión.
Cuando ya nos adentramos en la madurez la lucha es mantener la pasión de la juventud, no caer en el conformismo y la desidia. Mantener la pasión con la experiencia de lo ya vivido y perdido.
Parafraseando a Quevedo, no he de callar, no se debe callar, por más que el miedo nos amenace.