¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Parafraseando a Quevedo, no he de callar, no se debe callar, por más que el miedo nos amenace.

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martes, septiembre 04, 2007

El Toro de Benidorm.

Para entrevistar a este toro tuve que sortear alguna que otra urbanización en construcción y algún que otro campo de golf. Este es un toro bastante urbanita, aunque en realidad viva en un cerro frecuentado por un rebaño de ovejas, y los perros dálmatas de la urbanización vecina paseen entre sus patas. Tiene la mirada fija en Benidorm y esta orgulloso de los rascacielos que ya cubren su horizonte. “Es verdad que cada vez veo menos el mar, y la brisa cada vez es menos fresca, pero ¡que espléndidos rascacielos¡, que vista más privilegiada tengo”, me decía, “Que vista más impresionante cuando la luz del sol del amanecer se refleja en los cristales de los edificios, sublime. Y de los campos de golf y los jardines de las urbanizaciones, que me dices, ese verde tan verde”. Este toro vive en un cerro, frente a una gran autovía y el mar le queda cada vez más lejos pero los rascacielos cada vez más cerca, y es que el cinismo es la mejor vacuna contra el amor.