¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Parafraseando a Quevedo, no he de callar, no se debe callar, por más que el miedo nos amenace.

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jueves, agosto 23, 2007

Lavar, cortar, remover, chupar y triturar.

Más de uno tendría que probar la terapia que representa hacer un gazpacho, si, por que eso de cortar, cortar, cortar, hacer crujir la cebolla, los pimientos, sentir como chorrean los tomates al cortarlos con un buen cuchillo de cocina, uno de esos grandes, como los de las películas de Hitchcock, es realmente relajante. La cocina, como cualquier actividad que requiere la atención serena de uno mismo, igual que la pesca, nos hace focalizar nuestra mente de una forma natural. La pesca y la cocina es el yoga de nuestra cultura mediterránea.


¿Y como hacer un gazpacho, al menos al estilo Corral Alonso que es mi padre con algo de influencia del Corral Carmona que es mi primo e interpretado por el Corral Torres que soy yo?.

Precondición para llevar a cabo esta receta es tener bien limpias las manos, por que no se si por razones culinarias, terapéuticas o ambas, vamos a pringarnos bien las manos.

Ingredientes como para un gazpacho para cuatro personas:

5 tomates medianos o 4 grandes de rama.

1 pepino mediano.

1 pimiento rojo mediano.

1 pimiento verde mediano.

1 diente de ajo.

Una cebolleta o media cebolla grande. Yo prefiero la cebolleta.

Aceite, vinagre joven, sal y un vaso de agua.

NOTA: Algo más de tomate, pepino, cebolla o cebolleta y pimiento rojo y verde si queremos dejar algo como guarnición.

Conviene tener a mano una batidora de vaso de esas que siempre aparecen en las películas americanas para hacer batidos dietéticos, tranquilos no va por ahí la cosa. Un pasapuré o como se dice en mi casa y en algunas otras, un chino, supongo que haciendo alusión a que invertido tiene la forma del sombrero de un chino mandarín. Una tabla para cortar ¡¡Importante!!, y un cuchillo de los de Hitchcock, como ya hemos mencionado.

Nos colocamos en la encimera de nuestra cocina, frente a nosotros la tabla para cortar, en frente, los ingredientes, a un lado, un recipiente amplio, una olla por ejemplo, en la mano nuestro cuchillo de asesino psicópata y empieza la terapia.

Del tomate, la cebolla o cebolleta y los pimientos rojos y verdes podemos ir separando algo a parte, como guarnición posterior.

El orden no es importante, pero yo suelo comenzar por los tomates, los hago taquitos uno a uno mientras el jugo rezuma por encima de la tabla y los voy vertiendo en la hoya. Luego, quizás algo más pequeño, como el diente de un ajo, cuidado con los dedos. La cebolleta o la media cebolla, sintiendo el crujido, el aroma, si tenemos la necesidad de llorar es mejor la cebolla, sino la cebolleta. Pelamos el pepino y lo hacemos taquitos blancos como la nieve. Luego el pimiento rojo y el verde, con los dedos y debajo del chorro refrescante del agua del grifo quitamos las pepitas y luego con un cuchillo, quitamos los rebordes blancos del interior. Ala hora de cortarlos en taquitos sentimos como crujen debajo de cuchillo y al igual que con el tomare, la cebolla y el pepino, apartamos una porción para utiliza como guarnición.

Una vez que hemos disfrutado de la sensación de trocear todas las hortalizas y el ajo con nuestro cuchillo, y tenemos todos los ingredientes en la olla, enriquecemos el zumo del tomate con sal, vinagre y aceite. Removemos con las dos manos, seguro que esto es terapéutico, y nos chupamos los dedos para comprobar el punto de sal, vinagre y aceite.

Una vez que esta a nuestro gusto, que es lo que importa, vertemos un vaso de agua sobre la mezcla. Removemos y con un cazo, vamos rellenando el vaso de la batidora. Una vez relleno el vaso, lo batimos y lo pasamos por el pasapure, o chino. En el pasapure se quedara gran parte de la piel de los tomates y algunas de las pepitas de los pimientos que se nos hayan pasado. Aún vamos a verterlo una vez más en el vaso de la batidora y le daremos unas vueltas más para dejarlo como una Mouse y otra vez lo pasaremos por el pasapure.

Ya solo queda dejarlo unos cuantos minutos en la nevera para que se refresque. A la hora de servirlo se puede acompañar de una guarnición de taquitos de tomate, cebolla o cebolleta, pepino, pimiento rojo y verde del que hemos troceado previamente. Además, podemos añadir unos taquitos de pan frito o de huevo duro. Podemos adornar el plato con unas líneas de aceite y alguna ramita de perejil al estilo Arguiñano.

Se termino, a disfrutarlo.