¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Parafraseando a Quevedo, no he de callar, no se debe callar, por más que el miedo nos amenace.

Mi foto
Nombre:

domingo, julio 29, 2007

Una caja vacía o una biblioteca llena.

Cuando únicamente ocupo mi tiempo en mirar lo que me rodea, en la seguridad en la que confía el que sólo observa, no es extraño que termine condenado a envidiar lo que tanto miro.

Mirar en mi interior, me produce vértigo, una caja vacía, un espacio vacío, pero en realidad no es así. Al fin y al cavo yo soy lo único real, mi propia existencia es la única que siento. Todo aquello que supera la frontera de mi mismo no es más que un espejismo para mis sentidos, luces, sonidos, olores. Sensaciones sintetizadas por mi cerebro y que terminan alimentando mi alma. El desierto no esta dentro de mí, sino en mi contorno, cultivando mi propio oasis doy vida al desierto que me rodea. La satisfacción de una bliblioteca llena de libros.




La peor soledad es la de uno mismo, la peor condena sería mi propia ausencia.